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Antes de usar un extintor de CO₂ , asegúrese de que el ambiente tenga suficiente ventilación. El CO₂ actúa desplazando el oxígeno para extinguir incendios y, en un espacio confinado o mal ventilado, este desplazamiento puede provocar una caída peligrosa de los niveles de oxígeno. La exposición prolongada a niveles reducidos de oxígeno puede provocar mareos, dificultad para respirar o incluso pérdida del conocimiento. Para mitigar estos riesgos, evalúe siempre la ventilación del espacio antes de su uso. En espacios confinados como salas de servidores, áreas de almacenamiento o laboratorios, evacue el área inmediatamente después de usar el extintor y asegúrese de que circule aire fresco para restaurar los niveles seguros de oxígeno. Además, si se produce un incendio grande, es fundamental ventilar el área adecuadamente para evitar la acumulación de CO₂ y mantener una calidad del aire segura.
Al utilizar un extintor de CO₂, es esencial mantener una distancia adecuada del fuego. La mayoría de los extintores de CO₂ están diseñados para liberar gas con un alcance de 3 a 8 pies, según el modelo. La boquilla debe apuntar a la base del fuego, ya que es allí donde se concentra el calor. Acercarse demasiado puede exponerlo a la descarga fría y aumentar el riesgo de lesiones personales. Además, permanecer demasiado lejos puede no extinguir eficazmente el fuego, ya que el gas CO₂ podría dispersarse demasiado rápido. Al mantener la distancia adecuada, maximiza la eficiencia del extintor manteniendo la seguridad personal.
El CO₂ es un gas que se descarga a una temperatura extremadamente baja, alrededor de -78,5 °C (-109,3 °F), lo que puede provocar lesiones graves, como congelación o quemaduras por frío, si entra en contacto con la piel o los ojos. Como precaución, use siempre equipo de protección, incluidos guantes resistentes y gafas de seguridad o una máscara que cubra todo el rostro, para protegerse. Los guantes deben estar aislados para proteger contra el frío extremo de la boquilla de CO₂, mientras que las gafas o protectores faciales protegerán los ojos de la exposición accidental al gas helado o a los restos del incendio. Estas sencillas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de lesiones al manipular el extintor.
El CO₂ es un gas incoloro e inodoro que puede provocar asfixia si se inhala en grandes cantidades, especialmente en espacios reducidos. El CO₂ puede desplazar rápidamente el oxígeno, lo que hace peligroso respirar directamente desde la boquilla o en áreas con ventilación insuficiente. Sea siempre consciente de su respiración y evite inhalar la descarga de CO₂. Cuando utilice el extintor, asegúrese de estar parado a una distancia segura y mirando al aire libre, sin apuntar la boquilla directamente a su cara o cuerpo. Si está trabajando en un espacio confinado o cerrado, evacue el área inmediatamente después de descargar el extintor y espere a que se aclare el aire. Es fundamental trabajar en entornos donde el contenido de oxígeno se mantenga adecuadamente para evitar riesgos de asfixia.
El CO₂ sale del extintor a gran velocidad y a una temperatura muy baja, lo que puede provocar quemaduras por frío o congelación. Nunca toque la boquilla durante la descarga y evite poner las manos o el cuerpo en contacto directo con el gas a medida que se expulsa. Para manipular el extintor de forma segura, agarre siempre el mango, manteniendo las manos alejadas de la boquilla y de las áreas de descarga. Además, asegúrese de que las personas presentes o colegas mantengan una distancia segura del extintor mientras esté en uso para evitar cualquier exposición accidental a la descarga fría.
